Clases de Mindfulness

¿Qué trabajaremos aquí?

• Volver a ver el mundo por primera vez
  • Para practicar Mindfulness no es necesario seguir una práctica espiritual o religiosa de ningún tipo. Se pueden obtener importantes beneficios simplemente realizando unos sencillos ejercicios centrados en la respiración.
• Respiración consciente
  • Constituye la base de la práctica y consiste en fijarse en la sensación que produce la respiración en las fosas nasales, o bien en cómo se ex­pande y se contrae la parte baja del abdomen. Cada vez que la men­te se distrae pensando en algo se toma conciencia del pensamiento, se deja pasar como si de una nube se tratase y se vuelve a la respira­ción. La atención se recupera de una manera pacífica, sin que haya crítica interna por no hacerlo sufi­cientemente bien. Lo importante es escuchar el cuerpo y no imponerse metas rígidas o inalcanzables. Se puede practicar en una silla, siem­pre manteniendo la espalda recta.
• Observar los pensamientos
  • Llevar tu atención a los pensamientos, observar como funciona tu mente, sin identificarte con ella, dejar los pensamientos pasar, ahí esta tu libertad.
• Atender las emociones
  
  • ¿Qué siento en este instante? darte permiso de sentir, sin rechazar tus emociones, atendenderlas es estar ahi, abriendo un espacio de presencia y acompañarlas.
• Atención al cuerpo
  • En esta práctica, que se realiza tumbado o sentado, la Atención Plena se enfoca como si fuera un escáner corporal, de los pies a la ca­beza. Si en alguna zona no hay nin­guna sensación se registra ese he­cho y se continúa. Si hay algún tipo de pensamiento, se toma nota de ello y se vuelve a atención al cuer­po. Una vez terminado el recorrido se atiende a la sensación del cuerpo como una unidad, sintiendo todas las partes.